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Técnicas para compensar la presión en los oídos al bucear

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¿Te estás preparando para tu próxima aventura de buceo? Una de las cosas más importantes a las que debes prepararte es a cómo afrontar los continuos cambios de presión que experimentarás mientras buceas. Estos cambios de presión pueden hacer que te molesten o incluso duelan los oídos. Sigue leyendo para conocer nuestros mejores consejos y técnicas para ayudarte a compensar la presión que sentirán tus oídos o senos cuando bucees.

Entendiendo lo fundamental: ¿Qué significa compensar la presión en los oídos?

Para manejar la presión en tus oídos cuando buceas, es importante entender un poco de forma científica. Cuando te sumerges en el agua, la presión se incrementa. Esto puede causar que los espacios aéreos de tus oídos o senos (en la frente, detrás de los ojos) se compriman y te pueda llegar a doler la diferencia de presiones. En términos sencillos, cuando buceas, necesitas concentrarte en igualar esta presión para estar cómodo.

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6 Técnicas para compensar la presión de los oídos al bucear

Al descender, la presión del agua aumenta y debemos realizar compensaciones activas para evitar dolor o lesiones.

Al ascender, la presión disminuye y generalmente nuestros oídos se ajustan de forma natural, siempre y cuando lo hagamos de forma lenta y controlada. 

Existen varias técnicas para compensar la presión, todas con el objetivo de abrir la trompa de Eustaquio, que es la que regula la presión en nuestros oídos. Algunos buceadores pueden compensar con gestos simples como bostezar o tragar, pero a veces se necesitan técnicas más activas. Algunas de las más comunes incluyen las maniobras de Valsalva, Frenzel y Toynbee.

1. La maniobra de Valsalva

La maniobra de Valsalva, descrita en 1704 por Antonio María Valsalva, es una técnica frecuentemente utilizada en el buceo para equilibrar la presión en el oído. Consiste en exhalar con la boca cerrada y la nariz pinzada con los dedos, generando presión en la rinofaringe, lo que abre la trompa de Eustaquio liberando la presión. Pese a su sencillez, debe usarse con precaución, y de forma suave, sin exhalar con fuerza. Se realiza solo durante el descenso y sin generar una presión excesiva que podría causar barotrauma y otros riesgos. Debe aplicarse desde el inicio, de manera gradual y sin esperar a sentir molestias.

En caso de sentirlas, lo mejor es ascender un poco hasta que puedas compensar, y seguir bajando poco a poco. De no poder, vuelve a ascender un poco y prueba de nuevo.

Este consejo aplica también para las demás maniobras.

2, Maniobra de Frenzel

La maniobra de Frenzel, ideada por el comandante Herman Frenzel durante la Segunda Guerra Mundial, es una técnica de compensación de presión utilizada en el buceo en el descenso. La técnica implica cerrar la glotis, parecido a cuando se hace un esfuerzo físico, y alzar la parte trasera de la lengua hacia el paladar mientras se tiene la nariz tapada. Este movimiento genera una presión en la parte posterior de la garganta que facilita la apertura de la trompa de Eustaquio y la compensación de la presión en el oído medio.

Esta técnica, aunque más compleja que la maniobra de Valsalva, es notablemente efectiva y segura, y es especialmente valiosa para el buceo en apnea. Su ventaja es que no requiere un consumo de oxígeno tan elevado, puede aplicarse de manera rápida y repetitiva bajo el agua y resulta eficiente incluso hasta profundidades de -80 metros.

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3. Maniobra ATV

La Marina francesa, en los años 50, creó una técnica de ecualización del oído medio llamada «Apertura voluntaria de las trompas». Esta técnica, compleja de impartir con éxito en sólo un 50% de los casos, implica el uso de los músculos del paladar para impulsar la garganta hacia adelante y abajo, similar a iniciar un bostezo. De este modo, se abren las trompas de Eustaquio facilitando la compensación de presión. Algunas personas, con una habilidad innata similar a la de mover las orejas, podrían encontrar esta técnica más accesible.

4. Maniobra de Toynbee

La maniobra de Toynbee, que puedes intentar, implica tragar con las narices pellizcadas, lo que resulta en la apertura de las trompas de Eustaquio.

Esta es una técnica fácil de ejecutar y a menudo se realiza casi espontáneamente.

5. Maniobra ecualizadora de presión del oído de Lowry

Podrías considerar probar la técnica desarrollada por Lowry, la cual es una combinación inteligente de dos maniobras clásicas, la maniobra de Valsalva y la maniobra de Toynbee. En esta técnica, se ejecutan simultáneamente dos acciones: la exhalación contra una nariz y boca cerradas, que caracteriza la maniobra de Valsalva, y el acto de tragar, que es fundamental en la maniobra de Toynbee. Esto se realiza con el propósito de equilibrar de manera efectiva la presión en los oídos durante el buceo. Al incorporar ambas acciones en una sola maniobra, la técnica de Lowry puede ser especialmente útil y efectiva para aquellos buceadores que buscan una forma más integral y completa de gestionar los cambios de presión mientras se sumergen en las profundidades oceánicas.

6. Maniobra ecualizadora de presión del oído de Edmonds

Esta técnica involucra la tensión activa del paladar y los músculos de la garganta, al mismo tiempo que se proyecta la mandíbula hacia adelante, todo mientras se realiza la maniobra de Valsalva. Esta serie de acciones coordinadas ayudan a equilibrar la presión en los oídos durante el buceo.

Independientemente de la técnica de compensación que decidas emplear durante tu inmersión, es crucial recordar que la práctica y la preparación pueden marcar una diferencia significativa en tu capacidad para manejar eficazmente los cambios de presión. Asegúrate de familiarizarte con diversas técnicas y estrategias, para que puedas adaptarte a las circunstancias cambiantes que puedas encontrar bajo el agua. Recuerda, un buzo bien preparado es un buzo seguro.

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Consejos para compensar la presión de los oídos al bucear

Cerrar la nariz

Esta te permite igualar la presión en los oídos. Empieza apretando la nariz, cierra la boca y exhala. La presión debería ayudar a abrir los conductos y liberar la presión acumulada.

Tragar

Masticar chicle o comer algo puede provocar un trago que ayude a abrir las trompas de Eustaquio. Se trata de una técnica fácil y suave que puede utilizarse además de las otras técnicas mencionadas.

Descender gradualmente

Si no estás buceando en un entorno controlado, intenta descender tan despacio como sea posible para permitir que tu cuerpo se ajuste gradualmente a los cambios de presión. Ir despacio ayudará a reducir las posibilidades de experimentar dolor de oídos o molestias.

Mantén la calma

Permanece relajado – Mantén la calma y haz todo lo posible por relajarte al máximo. La tensión muscular puede comprimir las trompas de Eustaquio y dificultar la igualación de la presión en los oídos.

Técnica de la toalla

Si te cuesta mucho destapar los oídos, prueba a envolverte la cabeza con una toalla y a respirar hondo por la nariz. Asegúrate de exhalar por la nariz suave y gradualmente, y mantén los ojos cerrados para una mayor relajación.

No bucees enfermo

Evita bucear si estás enfermo, especialmente si tienes una infección nasal u de oído, ya que esto puede aumentar las probabilidades de experimentar molestias de los oídos y los senos.

En conclusión, saber compensar la presión en los espacios aéreos de nuestro cuerpo es una habilidad esencial para cualquier buceador. Asegúrate de practicar y familiarizarte con varias técnicas para encontrar la que mejor se adapte a ti. Recuerda siempre descender de forma gradual, mantener la calma, y no bucear si estás enfermo. Al final, la seguridad y la comodidad son las prioridades más importantes en cualquier inmersión. ¡Feliz buceo!

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